viernes, 23 de mayo de 2014

Jujuy: el Festival Nacional y salas independientes, hasta luego Argentina!



Jujuy fue la provincia Argentina que nos dio paso al exterior, donde le dijimos hasta luego a nuestro querido país. Llegamos un día antes del inicio del Festival Nacional del Teatro organizado por el INT y la Secretaría de Cultura de la provincia. Teníamos ganas de ver de qué se trataba ya que iban a estar muchas provincias del país con sus obras ganadoras, y algunas invitadas del exterior. También queríamos ver cómo era la movida teatral allí, más allá del festival, que es una situación excepcional.

La fiesta se desarrolló entre el 2 y el 11 de mayo, proponiendo obras todos los días en la capital de la provincia como sede principal, y en Palpalá, Perico, San Pedro, Purmamarca, Tilcara, La Quiaca, y en algunas salas de la provincia de Salta. También se dictaron talleres.
La apertura fue en el frente de la casa de gobierno en San Salvador de Jujuy con la participación de La Bomba de Tiempo.Pudimos ver una obra de Bolivia llamada “Tu nombre en Palo Escrito”, en el Teatro Mitre. 
La historia relata cómo un hombre interesado por ciertas conveniencias se dirime entre el amor de dos mujeres. Con un toque de humor y la utilización del flashback, se desarrolló esta obra destinada al entretenimiento. 

Ya saliendo de la ciudad y continuando nuestro camino, decidimos ir a la plaza central de Purmamarca a ver “San Martín vuelve”, obra proveniente de Santa Fe. En este espectáculo apreciamos el despliegue artístico de dos actores que representaron varios personajes, dejando en claro su gran capacidad de trabajar en la calle con todo lo que ello implica. Con una escenografía y un vestuario sencillos pero bien ingeniosos, llevaron adelante la obra en la que se habla y se reivindica al General San Martín, además de realizar ciertas críticas humorísticas a todo lo que gira en torno a los homenajes.  

En la ciudad de San Salvador visitamos dos espacios independientes. Por un lado la sala “El Pasillo”, una de las sedes del festival. El próximo 16 de agosto el espacio cumple 3 años de la mano de Rubén Iriarte, quien es el dueño de la casa donde tiene lugar la sala al estilo italiano. El espacio aún no está habilitado como sala teatral por algunas cuestiones burocráticas; cuenta con una capacidad para 100 espectadores. Una vez al mes aproximadamente brindan funciones, de espectáculos propios o de otros grupos, cobrando una entrada de $30.

Rubén trabajó durante largos años con títeres, muchos de los cuales forman parte de la decoración del espacio. Él dirige el grupo jujeño “Nueva Escena”, con quienes trabaja desde el año 1968, cuando ingresó como actor. En la actualidad producen espectáculos como grupo y con la participación de otros invitados.

Ante la pregunta sobre cómo percibe el teatro jujeño, Rubén manifiesta que hay poco público, a diferencia de los años 50´o 60´cuando los espectadores llenaban los espacios todos los fines de semana. Le consultamos por qué creía que sucedía esto, siendo que él mismo había sido testigo de la existencia de un público que sí consumía teatro en el pasado. Luego de un tiempo de pensar, reconoció no tener respuesta al fenómeno.

También visitamos “La Mar en Coche”, allí charlamos con Fabiola, quien lleva adelante el espacio junto con su esposo Marcelo, artista plástico. Fabiola estudió durante su adolescencia en la escuela de teatro Tito Guerra, ubicada en San Salvador de Jujuy, y luego estudió actuación en la Universidad Nacional de Tucumán.

El espacio se inauguró hace 4 años como bar cultural, en donde se hacían intervenciones teatrales, obras, y recitales. Con el paso del tiempo decidieron limitar la actividad a propuestas de teatro y a muestras de arte plástico, y en la actualidad dos meses al mes abren sus puertas para tales fines. La sala también es utilizada por los diferentes grupos de teatro de la ciudad, que por $150 al mes tienen la posibilidad de ensayar 3 veces a la semana durante 2 horas.

Durante el último verano, La Mar en Coche abrió sus puertas al barrio y propuso talleres para niños, con la colaboración de la Secretaría de Cultura de la provincia.

A lo largo de estos 4 años Fabiola, con un gran apoyo de su familia, han aprovechado el espacio de la casa en la que viven para ir lentamente acondicionándolo como sala teatral. Hoy cuentan una habilitación como espacio cultural para 80 espectadores, consiguieron a fines de 2011 un subsidio del INT para sala teatral, y con esfuerzo propio adquirieron equipos de luces.

Esta sala no fue sede del Festival Nacional a pesar de haber estado interesados en serlo. La explicación que recibieron por parte del INT fue que la lejanía del espacio al centro de la ciudad haría difícil la llegada del público al lugar.

martes, 13 de mayo de 2014

Salta Capital, Valles, Salas Independientes y Maestros en lucha.



Nos dirigimos a Cafayate en la provincia de Salta desde San Miguel de Tucumán, definitivamente un camino para el recuerdo. Los Valles Calchaquíes son, sin duda, una de las grandes maravillas naturales a recorrer. Pasamos por Tafí del Valle, Amaicha y llegamos a Cafayate y su ruta del vino. Hospedados en un camping, vimos desde la noche estrellada salteña un cielo que no dejaba de sorprender. 
Al otro día emprendimos viaje hacia Salta capital, allí nos esperaban Nuria y Eliseo, contacto que nos pasaron nuestros amigos tucumanos (gracias por todo).

Desde Cafayate atravesamos la Quebrada de las Conchas, una  enorme cadena montañosa colorada rodeada de caminos sinuosos y grandes parajes con monumentales formaciones en la montaña producidas por la erosión de millones de años.
Ya instalados y bien recibidos en Salta Capital, salimos a recorrer la ciudad en busca de salas. En la plaza central 9 de Julio nos topamos con un fuerte acampe docente que reclamaba mejoras salariales.
Según nos contaban los acampantes, la provincia de Salta tiene los sueldos más bajos del país con un básico de $1800. Ya hacía  veinticinco días que estaban en esa situación de paro, y seguían sin respuestas concretas a pesar de que el 95% de las escuelas estaban adheridas al reclamo. Pudimos ver también que un profesor de escuela técnica ante esta indiferencia, hacía ya siete días que estaba en huelga de hambre.

En la calle 25 de Mayo 46 encontramos Túnel 46, una sala nueva con apenas un mes y medio funcionado. Luis Calam e Idangel Betancourt nos recibieron y contaron sobre el espacio y cómo llevan adelante su proyecto de sala junto con Noelia, otra integrante del grupo. Además de la adecuación del lugar para espectáculos con capacidad para 60 espectadores y con disposición móvil, están trabajando en el armado de una biblioteca y espacio de lectura. También brindan talleres de actuación, expresión corporal, escultura y cerámica, y pintura para niños.
Para llevar adelante sus producciones teatrales, varios grupos independientes se fusionan conformando el grupo “Teatro Estable de Salta”. Su última obra producida es “La Tempestad”, una versión actual del clásico de Shakespeare adaptado en el año 2001 argentino, dirigida por Idangel. 

La Asociación Argentina de Actores posee una pequeña oficina en Salta Capital, y quienes trabajan allí, la delegada Cristina Sanchez, Eduardo Suvirana o el mago Piuman, y Ángela Tegerina (titiritera), decidieron alquilar un espacio donde además de la oficina mantienen una sala teatral. Como aman el teatro, no se conformaron con la oficina como delegación de la asociación en Salta, sino que con gran esfuerzo y dedicación le dan vida a un espacio destinado al teatro. Allí funciona la Escuela de Arte Dramático de Salta, un instituto privado no universitario que alquila el lugar para formar actores ofreciendo una carrera de dos años. La sala tiene actividad todos los fines de semana con funciones de diferentes grupos de la capital salteña. También se organiza allí un festival internacional de títeres, que se realizará en octubre del corriente.

En La Ventolera nos recibió Andrea García, una actriz formada en la Universidad Nacional de Tucumán, quien posee una amplia trayectoria como titiritera. El espacio lleva ocho años funcionando y hace dos que el INT les ha otorgado un subsidio por funcionamiento de sala. Andrea trabaja con distintos equipos realizando diferentes actividades, tanto con títeres como con teatro callejero, siendo payamédica en los hospitales, y también llevando teatro a los barrios más vulnerables.
Actualmente están ofreciendo una obra de teatro y títeres para niños llamada “Secreta receta con cancioneta” un espectáculo de Luciana Rajal y Andrea.
La sala brinda talleres de dibujo, pintura y fotografía.
Andrea nos contó lo difícil que resulta sostener a lo largo del tiempo las obras que ofrecen ya que el público salteño no posee una cultura marcada de asistencia al teatro. También le fue difícil sostener grupos para formar gente tanto en teatro como en títeres. A pesar de ello, pudimos percibir cuánto entusiasmo siente a la hora de emprender proyectos y la energía que pone en su trabajo. No baja los brazos y es permanente su búsqueda de mejoras e incentivo para el área cultural de su ciudad.

Quisiéramos en esta oportunidad agradecerle profundamente a Pablo y su gráfica Boom por el apoyo a nuestra Costura Teatral Latinoamericana.
Durante nuestra estadía en Salta, se nos ocurrió armar unos pequeños libritos con temáticas de teatro para poder sostener nuestro viaje, y gracias a su generosidad y creatividad, pudimos imprimirlos a un bajísimo costo.
 

sábado, 3 de mayo de 2014

Los inicios del Teatro tucumano en el siglo XIX; el por qué de la realidad socio-política e idelógica de la provincia; la lucha artística en los barrios postergados



Camino cerca de Aconquija atravezando una Nube a 2600mts.
La posibilidad de la constitución de un campo teatral comenzó con la construcción de teatros y la habilitación de salas adecuadas para la presentación de espectáculos. Esto permitió la llegada de compañías teatrales en gira, primero extranjeras y luego nacionales que se incrementaron notoriamente con la instalación del ferrocarril en 1876.

El primer grupo de teatro independiente formado en Tucumán se denominó Teatro del Pueblo, al igual que el fundado en la ciudad de Buenos Aires por Leónidas Barletta.
El campo teatral tucumano se constituyó paulatinamente con el aporte de actores, directores y autores que transitaron por el circo, la radio, la participación en producciones profesionales en gira y el cine local. La producción específicamente teatral se consolidó en conjuntos que se plantearon objetivos más ambiciosos en cuanto al rigor en la selección de textos, un mayor cuidado en las puestas en escena y una preocupación por el perfeccionamiento técnico y artístico de sus integrantes. Los grupos fueron recibiendo distintas denominaciones: aficionados, amateurs, filodramáticos o vocacionales, hasta ser reconocidos como independientes, al igual que el movimiento que se producía simultáneamente en Buenos Aires.
La creación del Instituto de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), que en momentos posteriores pasó a ser Departamento o Instituto Superior, hasta obtener el rango de Facultad en 1985, revistió suma importancia dado que no sólo impulsó la formación de trascendentes artistas plásticos, sino que de él dependieron el Taller de Luthería, la Escuela de Música y la de Bellas Artes, y en algunos períodos de su funcionamiento (1964-1979) el Teatro Universitario. En 1984 albergó bajo su dependencia la creación de la Escuela de Teatro, donde se instrumentó por primera vez una Licenciatura en Teatro.


Para contextualizar brevemente las características sociales, políticas y económicas de la provincia, debemos comprender que esta última estuvo históricamente ligada a la caña de azúcar y a la industria de los ingenios azucareros. Para el año 1966 el 60% del azúcar del país era de producción tucumana, manejada íntegramente por una reducida oligarquía. Con superproducción y el marcado descenso de los precios del azúcar, el campesinado recibió la peor parte y se vio sometido a la reducción de sueldos para sostener los intereses, y la industria entró en crisis. Ese mismo año un nuevo gobierno de facto liderado por Juan Carlos Onganía, toma el poder por la fuerza y se genera un dejo de esperanza en el pueblo tucumano añorando un cambio fortalecedor en la industria. A pesar de ello, la clase trabajadora dependiente de los ingenios recibe la noticia del cierre del 50% de ellos, política de ajuste que llamaron “Operativo Tucumán”, dejando excluidos del  sistema laboral a 11.000 familias trabajadoras. A partir de entonces casi 200.000 personas partieron al exilio, trasladándose la gran mayoría, en tren hacia las villas miseria de la ciudad de Buenos Aires.
En la localidad de Santa Lucia, pueblo que nace a partir del ingenio, se crea el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) centro de guerrilla del levantamiento de trabajadores que plantaron resistencia ante la extrema situación económico-social.
A partir de estas circunstancias, es posible comprender cómo en los años venideros la acción y represión militar y policial ha tenido un gran desarrollo con complicidad de cierto sector de la sociedad.




Centro de Trabajo Social Mate Cocido

Sergio Osorio y Soledad Barreto, oriundos de Uruguay, son respectivamente Director y Co-directora del Centro de Trabajo Popular Mate Cocido, ubicado en el barrio ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) en los márgenes, al sudoeste de San Miguel de Tucumán.

Fuimos a visitar el espacio porque nos habían contado del intenso trabajo que realizan en el barrio desde hace años, ahí nos recibió Soledad, quien nos contó un poco su historia y cómo llegaron a lo que hoy es el Mate Cocido. Durante la década del 80´ la pareja trabajó y se formó en teatro en su país. 

Amantes de la música andina y latinoamericana estaban interesados en conocer en profundidad a los pueblos originarios del norte argentino; así es que con un proyecto de investigación, ganaron una beca y viajaron a Argentina. Llegaron a Tucumán a principios de la década del 90´, y mientras desarrollaban su investigación, comenzaron a trabajar en una escuela del barrio en el que vivían, brindando clases de murga y teatro.
 Después de un tiempo en Tucumán, vieron la necesidad de dar continuidad a su trabajo en los barrios dentro de una problemática social muy severa, heredada en parte por la dictadura militar, y la crisis posterior que afectó al país en aquellos años. Por cuestiones espaciales y de disponibilidad, que ya no tenían en la escuela, consiguieron el espacio donde hoy funciona el Mate Cocido que durante siete años fue alquilado y hoy ya es propiedad de la fundación.

En la actualidad en el Mate Cocido funciona una orquesta estable de alrededor de 60 chicos y jóvenes entre los 8 y los 16 años, un ensamble de percusión, talleres de guitarra, violín, murga, teatro y radio.
En una mateada que duró unas dos horas charlamos con Soledad, quien con compromiso y dedicación asistía a chicos que entraban y salían durante la charla, solicitando hojas y lapiceras para sus apuntes y cuerdas para sus instrumentos, sumándose de a ratos algunos a la charla con nosotros. 

Pudimos ver que padres se acercaban con sus hijos, chicos de diferentes edades hacían de la sala un espacio propio, común, de encuentro, contención y aprendizaje. Cuentan que algunos niños, ya adolecentes, crecieron relacionados a este espacio social, aquí en las épocas de crisis de los 90’ y de mucha miseria en Tucumán funciono además un comedor social que alimento a casi 250 chicos durante varios años.

En la sala funciona hoy una radio popular “FMdelMate 87.7Mhz”, una programación cultural e informativa y promocional que se transmite por banda y online.
En el área de Teatro, se trabaja con un grupo en formación integrado por chicos y chicas del barrio en situación de calle, (entre otras problemáticas están principalmente las drogas duras y el embarazo precoz) que trabaja a su vez en forma coordinada dentro de un Proyecto de triangulación entre la “Fundación Mate Cocido” el Instituto Roca, (Institución de detención para chicos en conflicto con la ley) y el “Piletón del Parque Avellaneda”, espacio público donde desde hace más de 10 años se representan obras de teatro Popular y Callejero.
La Opereta Popular “Azúcar Amarga” estrenada en 2009, contaba un poco la historia de los Ingenios Azucareros tucumanos y la clase trabajadora en relación con esa industria, está protagonizada íntegramente por músicos y actores de los talleres.
El Mate Cocido también consiguió armar una pequeña productora de cine, el año pasado estrenaron el “El Boxeador”, una miniserie de 13 capítulos escrita y producida por la Fundación.
El Boxeador
La ficción transcurre en el año 81’, etapa final de la sangrienta dictadura militar en Argentina, en el mismo barrio ATE donde está el Mate Cocido. La historia cuenta sobre un joven en una crítica situación económica y una familia que mantener, este se acerca al boxeo donde los valores e ideales aprendidos son parte vital de su historia.