domingo, 13 de abril de 2014

Cinco Siglos Igual. Andalgalá, Catamarca, Argentina



Durante nuestra estadía en la capital de Catamarca nos contaron que la provincia era una de las principales explotadas, entre otros aspectos, a nivel minería. Creímos importante indagar y contar en este espacio de qué se trata esta problemática. Conociendo más sobre el tema sentimos un gran dolor e impotencia al ver que 500 años de historia no han generado modificaciones significativas, y ni hablar de las implicancias del neoliberalismo explotador y vende patria. Aunque parezca increíble, aún hoy, en el siglo XXI, los gobernantes siguen permitiendo un abusivo uso de los recursos naturales por empresas extranjeras que generan contaminación, pérdidas irrecuperables, y explotación de los recursos locales prácticamente de manera gratuita.  
Por estos motivos decidimos ir a Andalgalá, un ejemplo más entre tantos otros espacios naturales del país que son salvajemente utilizados.

En el año 1995 durante el gobierno menemista comenzaron las obras de ingeniería civil, y en 1997 comenzó la etapa extractiva de la minera Bajo de la Alumbrera a unos 35 km. de Andalgalá, entre la localidad de Belén y al sur de Santa María, donde se extraen varios minerales, principalmente cobre y en menor medida oro. Desde entonces han incrementado en un 600% los casos de cánceres asociados a metales pesados en toda la región afectada, como así también enfermedades respiratorias graves. Oficialmente no hay estadísticas de morbilidad y mortalidad.
Nos cuentan que desde Andalgalá durante la noche se observan detrás de los cerros grandes ráfagas de luz provenientes de las explosiones que se llevan a cabo. Estas explosiones producen un sedimento en la atmósfera que contiene restos de los explosivos, lo que genera un gran calentamiento y dispersión de material tóxico.
Desde Alumbrera se transporta hacia San Miguel de Tucumán a través de un mineraloducto de 320 km de extensión el material extraído de la mina, y allí se termina de filtrar. Muchas veces el mineraloducto sufre averías, produciéndose el derramamiento del producto transportado, generando el envenenamiento de la tierra y del agua de la zona afectada. Si bien la empresa argumenta que todo el proceso se realiza bajo normativas y tratamientos confiables de cuidado y protección ambiental, la realidad muestra que el daño al medio y a los seres vivos de la zona (vegetación, animales y seres humanos) es muy grande. Bioquímicos, químicos y expertos independientes, manifestaron que ya en el año 99´se detectaron drenajes ácidos, y que existe conexión hidráulica entre el Dique de Cola (depósito de aguas toxicas residuales proveniente de la minera, que abarca una superficie de 30 hectáreas y 130 mts. de profundidad) y el río Vis Vis.


Vista Satelital de la mina y del dique de cola
Se ha comprobado que el agua de Andalgalá ya no es potable por contener grandes cantidades de metales y veneno. Es importante tener en cuenta que se habla del agua de ríos de los cerros, agua que cae de los deshielos, de ahí que su pureza se remonta a tiempos ancestrales. Nos han contado que en los hospitales hay carteles advirtiendo que no se tome agua de la red, aunque no hay un reconocimiento a nivel oficial del estado del agua. 
La minería transnacional a gran escala, usualmente a “cielo abierto” se trata de un nuevo tipo de explotación en nuestro país, cuyos orígenes se remontan a las reformas del código minero en los ´90: exoneración del impuesto a las ganancias, liberación de la importación de bienes de capitales y equipos, limitación del pago de regalías al 3% (antes era del 10%), libre disponibilidad de las divisas, y que poco tienen que ver con la minería que hasta entonces se venía practicando acá. El elemento principal que explica el pasaje de la minería “tradicional” a la “de cielo abierto” está dado por la escala de explotación, y esta obedece al progresivo agotamiento de los metales en vetas de alta ley. La explotación minera a cielo abierto es la tecnología que permite extraer de modo rentable los minerales diseminados en la roca portadora. Mediante la utilización de explosivos (usualmente nitrato de amonio y fueloil) se producen voladuras de montañas que permiten remover grandes volúmenes de roca.
 De este modo se forman escalones que dan lugar al “tajo abierto” (que puede llegar a tener más de 1500 metros de diámetro y hasta 1000 metros de profundidad), lo que ocasiona que se movilicen tonelajes de roca crecientemente superiores a los directamente utilizados, acentuando con ello el deterioro ocasionado en el medio. Este tipo de tecnología extractiva implica que un solo emprendimiento abarque hasta mil hectáreas sólo para el área de la mina, la que será completamente destruida, y empleando por día hasta 100 toneladas de explosivos, más de 100.000 litros de combustibles y decenas de toneladas de sustancias químicas de alta toxicidad (cianuro, ácido sulfúrico, arsénico, xantatos, mercurio, etc.), además del altísimo consumo hídrico (100 millones de litros por día) y energético (la minera cuenta con un tendido eléctrico especial de alta tensión propio). Como se puede deducir, el proceso genera enormes cantidades de efluentes y desechos: en la mayoría de los casos más del 95% de la roca extraída se convierte en residuo, y se generan hasta 4 toneladas de escombros por cada gramo de oro, que quedan perpetuamente en los lugares de explotación como pasivos ambientales.Esta tecnología minera, denominada Megaminería Metalífera Hidro Química, consume descomunales cantidades de agua como ya fue mencionado, tanto para su proceso de separación primario como para su traslado a través del mineraloducto. Es por esto que las plantas mineras se instalan en las cercanías de los ríos y cuencas acuíferas, las cuales son desviadas artificialmente para su mejor aprovechamiento, dejando a las poblaciones cercanas que viven de sus cosechas, cultivos y cría de animales en la ruina y sin posibilidad de sustento por las sequías y los residuos tóxicos radioactivos dispersos en el aire. Estos pobladores acechados y cercados emigran a las ciudades más próximas para convertirse en verdaderos dependientes de la economía propuesta por las mineras y sus gobiernos habilitantes.

En cuanto al destino de estas explotaciones: las fases extractivas del proceso minero, las de mayor impacto ambiental negativo y de menor generación de empleos, desarrollo tecnológico y generación y retención de valor agregado, se concentran en los países dependientes; mientras que el procesamiento, industrialización y consumo final de estos metales se concentran en los países más poderosos.
El material se envía en tren desde Tucumán hacia el puerto en la provincia de Santa Fe, dirigiéndose a distintas partes del mundo para su refinamiento. Luego Argentina, como otros tantos países, compra el producto ya procesado. 
La sociedad de Andalgalá convive con varias posturas ante la situación, algunos ciudadanos se manifiestan a favor de la minería y creen que la actividad genera puestos de trabajo, y que aporta dinero en la construcción de hospitales,  clubes y escuelas. Quienes no están a favor, sostienen que los puestos de trabajo son ínfimos al igual que las supuestas inversiones en espacios públicos en proporción al rédito obtenido, además son concientes que las pérdidas naturales son muy elevadas y el residuo ambiental no es biodegradable, por lo que están hipotecando la vida de sus descendientes a cambio de nada.
 
Asamblea El Algarrobo
Agua Rica es otra mina que se ha intentado instalar en los últimos años de los mismos grupos corporativos, pero que gracias a la lucha incesante y a altísimos costos en la población (furiosas represiones policiales, apertura de causas penales a ciudadanos manifestantes y detalladas listas negras) se ha logrado frenar hasta el momento el inicio de los trabajos de explotación. Hay un enorme compromiso de la asamblea El Algarrobo, quienes instalaron la radio desde donde, hasta el día de hoy, se informa de distintas maneras las implicancias de la instalación de una mina y se proponen diferentes espacios culturales. La asamblea es protagonista de la lucha desde hace años contra Alumbrera y para impedir la instalación de Agua Rica.
Apoyamos su lucha por la vida, NO A LA MINA.
 
Radio El Algarrobo

El cierre definitivo de la mina Bajo de la Alumbrera será en 2017, donde había una montaña habrá un hueco de 4 km por 2,5 km de superficie y una profundidad de 450 mts, el dique de colas ubicado en una enorme depresión natural será cubierto de una “Capa Inerte” con material residual de la mina, con la promesa de evitar que las napas subterráneas de agua no se vean afectadas.
En Andalgalá trabaja un grupo de teatro independiente en una sala llamada La Corredera. Nos encontramos con Sabrina Fotchesatto, actriz y coordinadora en un Centro de Actividades Juveniles (CAJ). Nos contó que el espacio está sostenido íntegramente por el grupo, y que lo utilizan como espacio de creación y ensayo. La actividad teatral no es muy frecuente, y según nos cuenta, no está apuntada a la profesionalización sino que más bien tiene que ver con un hobby. Algunas de sus producciones artísticas de teatro y títeres en las que trabajaron, trataban el tema de la explotación de la minería, como la obra de títeres “Los Machaditos”.






                          



                      

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